Ser firme es estar completamente fijo en algo, no estar sujeto a cambios, ser de creencias sólidas, ser leal y fiel.
Estar firme es ser estable, fuerte, que no se mueve.
Ser constante significa no vacilar, perseverar y no desfallecer en el empeño, sean cuales quieran las circunstancias.
La constancia permite mantener el rumbo cuando intentamos alcanzar metas, ya sean pequeñas o grandes.