El plátano es una fruta tropical comestible, proveniente de varios tipos de plantas herbáceas del género Musa. A estas plantas se las denomina playeras, bananeros o bananos.
Según investigadores: “Se entiende por fruta destinada al consumo; fruto maduro procedente de la fructificación de una planta sana. La fruta fresca es la que, habiendo alcanzado su madurez fisiológica, presenta las características organolépticas adecuadas para su consumo al estado natural. Se hace extensiva esta denominación a las que reuniendo las condiciones citadas se han preservado en cámaras frigoríficas.

La banana tiene forma alargada o ligeramente curvada, cuyo peso va desde los 100 a 200 g. La piel es gruesa, de color amarillo y fácil de pelar, y la pulpa es amarillenta y carnosa.

Es una fruta que se puede encontrar en el mercado durante todo el año. El plátano brinda múltiples beneficios a la salud. En su composición, se destacan los hidratos de carbono (20%). En caso de que todavía no haya madurado, predomina el almidón. A medida que concluye el proceso de maduración, ese almidón se va convirtiendo en azúcares sencillos como sacarosa, glucosa y fructosa (2). También contiene fibra y no es digerible por las enzimas intestinales, tiene efectos beneficiosos tales como mejorar el funcionamiento intestinal, prevenir la constipación, reduce los niveles de colesterol, produce sensación de saciedad y controla los niveles de azúcar en sangre, siendo útil para personas con obesidad y/o diabetes (3).
Además, es fuente de vitamina B6, que ayuda al funcionamiento normal del sistema nervioso, y de potasio, que ayuda a la contractibilidad muscular y la transmisión de impulsos nerviosos.
Otros de sus componentes beneficiosos son los antioxidantes, que protegen el sistema inmunológico y previenen enfermedades como el cáncer o infartos.